Elegir los Prismáticos Adecuados y Disfrutar al Máximo de la Naturaleza
Prismáticos para Cada Pasión
Nuestro compromiso es simplificar tu elección, ofreciéndote información valiosa y comparaciones que te ayudarán a encontrar los prismáticos ideales para tus aventuras. Nos adentramos en las especificaciones técnicas, evaluamos el rendimiento en diversos entornos y destacamos las características clave para que tomes una decisión informada.
Ya sea que busques prismáticos para la observación de aves, actividades al aire libre, eventos deportivos o experiencias astronómicas, estamos aquí para ser tu guía. En cada comparación, nos esforzamos por ser tan detallados como tus observaciones más nítidas.
Los números que identifican a los prismáticos son dos cifras separadas por una “x” que indican el aumento y el diámetro de las lentes. Por ejemplo, unos prismáticos 8×32 tienen un aumento de 8 veces y unas lentes de 32 milímetros. El aumento determina cuánto más cerca se ve el objeto observado, y el diámetro determina cuánta luz entra en los prismáticos y la calidad de la imagen.
Los prismáticos de tipo porro y los de tipo techo se diferencian por el tipo de prismas que utilizan para invertir y alinear la imagen que se ve a través de las lentes. Los prismas de porro son más anchos y pesados, pero ofrecen una mayor ampliación y una imagen más luminosa y tridimensional. Los prismas de techo son más compactos y elegantes, pero requieren un diseño óptico más complejo y costoso, y pueden producir una imagen menos brillante.
El revestimiento de las lentes en los prismáticos es una capa que mejora la calidad de la imagen al reducir los reflejos, aumentar la transmisión de luz y proteger las lentes de los daños. Hay diferentes tipos de revestimientos, como el antirreflejos, el resistente a los arañazos, el antiempañamiento, etc. Los prismáticos de mejor calidad suelen tener revestimientos múltiples en todas las superficies de vidrio.
La pupila de salida es el diámetro del haz de luz que sale del ocular y entra en el ojo. Cuanto más grande es la pupila de salida, más luz llega al ojo y más brillante es la imagen. La pupila de salida se calcula dividiendo el diámetro de la lente del objetivo por el aumento de los prismáticos. Por ejemplo, los prismáticos de 10×42 tienen una pupila de salida de 4,2 mm (42/10=4,2 mm). La pupila de salida debe ser igual o menor que el diámetro de la pupila del ojo, que varía según la edad y la luz ambiental.
El campo de visión es el tamaño del área que se ve con los prismáticos. Se mide en grados o en pies. Depende del aumento, el tipo de prismas, el diámetro de la lente y el alivio ocular. Los prismáticos de porro tienen más campo de visión que los de techo. Los prismáticos de gran angular tienen más campo de visión, pero distorsionan la imagen. Los prismáticos de largo alivio ocular tienen menos campo de visión, pero son mejores para los que usan gafas.
El factor crepuscular es un número que indica la capacidad de los prismáticos para producir una imagen clara en condiciones de poca luz, como al amanecer o al atardecer. Se calcula tomando la raíz cuadrada del producto del aumento y el diámetro de la lente del objetivo. Cuanto mayor sea el factor crepuscular, más detalles se podrán ver en situaciones de baja luminosidad.
La luminosidad es otro número que indica el brillo de la imagen que se ve a través de los prismáticos. Se calcula elevando al cuadrado el diámetro de la pupila de salida, que es el diámetro del haz de luz que sale del ocular. Cuanto mayor sea la luminosidad, más brillante será la imagen.
El factor crepuscular y la luminosidad están relacionados, pero no son lo mismo. El factor crepuscular tiene en cuenta el aumento de los prismáticos, mientras que la luminosidad no. Por eso, unos prismáticos con un factor crepuscular alto pueden tener una luminosidad baja, y viceversa. Por ejemplo, unos prismáticos de 10×50 tienen un factor crepuscular de 22,4 y una luminosidad de 25, mientras que unos prismáticos de 7×35 tienen un factor crepuscular de 15,7 y una luminosidad de 25. Ambos tienen la misma luminosidad, pero el primero tiene un factor crepuscular mayor.
En general, se recomienda elegir unos prismáticos con un factor crepuscular alto y una luminosidad alta para obtener una imagen nítida y brillante en condiciones de poca luz. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el factor crepuscular y la luminosidad no son los únicos factores que influyen en la calidad de la imagen, sino que también depende de la calidad óptica de los prismáticos, los revestimientos de las lentes, el tipo de prismas, el diseño y el ajuste de los mismos.
Algunos de los accesorios más útiles para los prismáticos son:
Tapas protectoras: para evitar que las lentes se ensucien o se dañen por el polvo, la lluvia o los golpes.
Correa o clip para transporte: para llevar los prismáticos cómodamente y tenerlos a mano cuando se necesiten.
Trípode o adaptador: para fijar los prismáticos a una base estable y evitar el temblor de la imagen, especialmente con aumentos altos o en observaciones prolongadas.
Estuche o funda: para guardar y proteger los prismáticos cuando no se usan, y facilitar su transporte.
Paño o líquido limpiador: para mantener las lentes limpias y libres de manchas, huellas o grasa, y mejorar la calidad de la imagen.
Filtros o tapas solares: para reducir el brillo o el deslumbramiento provocado por el sol o fuentes de luz intensas, y mejorar el contraste y los colores.